Ensalada de Zanahoria y Palta

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Enero es un mes que no mucha gente quiere. De hecho, conozco cero personas que lo piensen como su mes preferido del año. Claro que no ayuda para nada que Buenos Aires en enero se transforme -literalmente- en un desierto con temperaturas difíciles de soportar si no es bajo los efectos de un aire acondicionado amigo. Y ni hablar de todos esos familiares y otros conocidos varios que se van de vacaciones y nos llenan el timeline de Facebook con fotos de sombrillas de colores y cocos con pajitas en la playa, mientras uno sigue sentado frente a la computadora en calzones, evitando cualquier contacto con el calor exterior, como si nos fuéramos a derretir.

La receta que hoy les proponemos viene acompañada con una consigna: tratemos de mirar a enero como si fuera un mes lindo. Pensemos en sus aspectos positivos, como la culminación del quilombo que suelen ser las fiestas, o el placer que resulta viajar en transporte público sin sentirse un animal camino al matadero. Pensemos también en enero como el mes ideal para amigarnos con platos más frescos que nos hagan sentir mejor durante el día, en especial en esas horas pico en las que el calor parece tomar cuerpo, casi obligándonos a atravesarlo mientras caminamos por la calle. Y cuando decimos "platos más frescos", está bien pensar en ensaladas (the salad IS the main dish). Y como sabemos lo complicado que resulta encontrar combinaciones piolas que valgan la pena ser preparadas, hoy queremos inspirarlos con esta opción divina que ciertamente lo tiene todo: es picosita, crocante, ácida y hasta ligeramente dulce. Lo mejor es esa cucharada colmada de mascarpone que agregamos casi al final para integrar todo a la perfección, volviéndola suave y cremosa (está bien que sea fresca, pero no por eso tiene que ser aburrida...)

Brindemos a la salud de un enero mejor y con perfume a comino. Y aunque no logremos que se vuelva el mes favorito de nadie, al menos esperamos lo pasen mucho mejor comiendo rico.

Ensalada de Zanahoria y Palta

Carrot Avocado Salad

Ingredientes

(para 4 personas)


  • 1 kg. de zanahorias grandes, peladas y cortadas en cuartos
  • Sal
  • 1 naranja
  • 1 limón
  • 1 cucharadita de comino
  • 2 dientes de ajo
  • 1 puñado de tomillo fresco
  • 1/2 taza de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de vinagre de vino tinto
  • 1 peperoncino picado chiquito (ojito que es muy picante!)
  • Pimienta negra
  • 1 cucharada de azúcar
  • 2 paltas cortadas en cuñas
  • 2 tazas de brotes
  • 4 cucharadas de crème fraiche (nosotros usamos mascarpone)
  • 2 cucharadas de semillas de girasol
  • 2 cucharaditas de semillas de sésamo

Preparación


Precalentamos el horno a 230ºC (fuerte).
Colocamos las zanahorias en una cacerola, cubrimos con agua fría y sazonamos con sal. Llevamos a fuego fuerte hasta que hierva el agua. Reducimos el fuego a medio y dejamos que las zanahorias se cocinen hasta que estén tiernas, unos 10 minutos aproximadamente. Escurrimos, transferimos a un bowl y reservamos.

Cortamos la naranja y el limón al medio y extraemos el jugo de la mitad de cada uno. Reservamos el jugo y las mitades aún sin exprimir.
Combinamos el comino, el ajo, el tomillo, 2 cucharadas de aceite de oliva, el vinagre de vino tinto, la pimienta, 1 cucharadita de jugo de naranja y 1 cucharadita de jugo de limón y procesamos con una minipimer o una licuadora hasta obtener un líquido de consistencia suave y homogénea. Sazonamos a gusto con sal y pimienta.

Cubrimos las zanahorias con la marinada y revolvemos bien hasta que todas queden impregnadas. En una fuente para horno, colocamos una base de papel aluminio, rociamos con aceite en spray (fritolim) y acomodamos las zanahorias. Agregamos también las mitades restantes del limón y de la naranja y llevamos todo al horno hasta que las zanahorias se vean un poco arrugadas (20 minutos aproximadamente). Reservamos a temperatura ambiente.

En una sarten pequeña, colocamos las semillas de girasol y de sésamo y las tostamos unos minutos, hasta que tomen color. Reservamos.

Exprimimos el jugo de las mitades de limón y de naranja que sacamos del horno en un bowl pequeño, añadimos el jugo restante del limón y de la naranja, 6 cucharadas de aceite de oliva y el azúcar. Sazonamos con sal y pimienta y batimos nuestro aderezo hasta combinar.

Para servir, acomodamos en un plato algunos bastones de zanahoria, algunas rebanadas de palta y colocamos los brotes por encima. Añadimos una cucharada de mascarpone y espolvoreamos con las semillas de girasol y de sésamo. Rociamos la ensalada con el aderezo cítrico y servimos.

Tip: ideal servirla con las zanahorias aún tibias.

Fuente

Nos inspiramos en una receta de Serious Eats que Merrill Stubbs preparó para Food52.

De fondo


Crave You, de Flight Facilities

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